miércoles, 11 de noviembre de 2009

Microrrelato

Uno mas de la familia

Nunca nos abandonan ni nos dejan solos, podemos estar casi seguros de que no nos van a fallar, siempre están a nuestro lado cuando más los necesitamos, responden a nuestros gestos de cariño como pocos son capaces de hacerlo y pueden transmitirnos sus mejores sentimientos sin necesidad de decir ni una sola palabra. Son nuestras mascotas, esos pequeños grandes amigos que, tan sólo con su presencia, saben ganarse un hueco en nuestras familias... y en nuestros corazones. Dicen que un año de vida en un perro equivale a siete de un humano. Pues, decididamente, yo cuando tenga 56 años quiero ser mi perro Blacky. Son muchos los momentos del día en los que le miro con envidia, pero cuando verdaderamente quiero ser él es a las 6.45 de la mañana, cuando me tengo que ir a la universidad con el insoportable frío de Málaga en invierno, y mientras, él se queda ahí tirado en el sofá, encima de la manta, que yo he dejado calentita... Para colmo, el tío me mira mal, como diciendo "deja ya de hacer ruido y vete que llegas tarde".
Lo que más admiro de él es su capacidad de convicción. Da igual que no quieras jugar con él en ese momento, o que no le quieras tocar porque te acabas de lavar las manos, que "te pone ojitos" y objetivo conseguido. Ya le digo yo "eres el que más usa la casa, el que más la mancha y el que menos hipoteca paga". ¡Con los tiempos que corren!

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